"El nombre Icono fue creado durante un período de dos meses y surgió de una lista de unas doscientas alternativas. Desde el punto de vista de la sugestión, Icono es el sueño de cualquier profesional de marcas: es un nombre dúctil, vital, suave y fuerte a la vez, delicado pero con virilidad y fortaleza. La acertada combinación de los elementos acústicos de las letras de Icono ayudan a que, tras escucharlo y pronunciarlo, recordar el nombre no presente dificultades. La particularidad del trabajo con Luigi Bosca es el involucramiento directo de la familia. Contra todas las fantasías populares sobre el diseño, lo más importante de este trabajo no es el diseño gráfico de la etiqueta sino la precisión con que la planificación conjunta del acontecimiento Icono fue concebida. Son raras y contadas las oportunidades en que al más alto nivel gerencial el intercambio es tan intenso y la capacidad reflexiva tan creativamente divergente.
Desde donde cada uno lo perciba, Icono pide respeto y cuidado a la vez. Suena con la autoridad de lo que evoca: el vino símbolo, el paradigma, el primigenio, lo emblemático. Es lo más elevado y ambicioso, lo que no puede superarse. Icono invita a ser bebido. O a ser atesorado.
Como toda buena marca, Icono tiene una historia para contar. Y como toda buena historia, la de Icono es breve. La idea de suscribir a tendencias gráficas peregrinas o a efectos visuales de la pirotecnia Apple Macintosh nunca entró en escena. ¿Qué tiene la etiqueta de Icono que no tengan las demás etiquetas? La respuesta es nada. Es un oasis. Y en ese páramo se yergue, orgullosa, la firma de la historia. Evocando la impronta personal de Luigi Bosca de hace casi un siglo, este fragmento de un manuscrito original nos dice, de puño y letra y con la autenticidad de quien no tiene que probar nada: así se hace".
© 2009 Lorenzo Shakespear (used with permission)
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